Después de oír noticias como la multimillonaria subasta por la que se han vendido partes de las obras que eran propiedad de Yves Saint Laurent me vienen a la cabeza muchas preguntas.
No solo como puede ser que se mueva tantísimo dinero con este tipo de mercado, ya que, al fin y al cabo, el arte es un valor indiscutible y atemporal; y como puede ser que haya tanta perversión en la cadena de intermediarios.
Las casas de subastas de arte, como la conocida Sotherby’s de Londres, que empezó a subastar des de aproximadamente el S. XVIII, se apropian de un tanto por ciento de la venta de la obra. Hasta aquí todo correcto, ya que las casas de subasta tiene que actuar como intermediarias y adquirir beneficios de las ventas que hacen.
Relacionado con este tema salió una noticia hace unos días, podéis leerla en el siguiente link:
http://www.soitu.es/soitu/2009/02/18/tendencias/1234995109_714043.html
En esta noticia se habla sobre la guerra que tiene el artista Damien Hirst contra una serie de personas que se dedican a vender sus obras por Internet, y que supuestamente estan inspiradas en sus originales. Pone un ejemplo de una obra llamada For de Love of God producida por Hirst. Esta obra es una calavera realizada con platino y diamantes. La escalofriante cifra por la que su dueño al vendió asciende a 74 millones de euros.
Hasta aquí todo normal, a excepción de este precio desorbitado por el cual se adquirió la pieza.
Lo destacable viene después, cuando una joven de 16 años decide hacer un “collage” inspirado en esta obra y venderlo en la red. El artista inglés demandó a esta chica que tubo que pagar
Evidentemente la venganza no se ha hecho esperar, ya que Hirst precisamente no es una de los artistas más “queridos” de Inglaterra. Un grupo de personas ha decidido crear una web:
http://www.redragtoabull.com/index.html
En principio la página nace con el deseo de crear un espacio alternativo al arte, un espacio lógico, donde poder comprar arte no sea una acción de multimillonarios. Y en esta página, se han empezado a colgar obras (emulando a la famosa calavera de Hirst) por el módico precio de salida de
De momento Hirst no ha decidido contraatacar, algo que parece extraño teniendo en cuenta los precedentes.
Este tipo de noticias en relación a la venta y adquisición de arte son las que ensucian un poco todo este sector.
Esta claro que los precios desorbitados deben existir, y que cada persona dependiendo del “gusto” que tenga podría llegar a pagar tales cantidades de dinero. Pero me parece frívolo, en este caso concreto del artista, su actuación tanto a nivel moral como lógico. Si ya ha conseguido 74 millones de euros en la venta de su obra, creo que es suficiente como para estar satisfecho y no denunciar a una chica de 16 años por plagio.
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